Alrededor del 60 por ciento del consumo mundial de fertilizantes nitrogenados se utiliza actualmente para cultivos como el maíz, el trigo o el arroz. De acuerdo a una investigación publicada recientemente en la revista Nature , esas plantas necesitan fertilizantes nitrogenados para crecer y producir mayores cosechas.
Sin embargo, grandes cantidades de fertilizante llegan al suelo y a las aguas subterráneas o se emiten a la atmósfera en forma de óxido nitroso. Esto contamina el medio ambiente y contribuye a la pérdida de diversidad biológica, al cambio climático y a la degradación de la capa de ozono.
Al respecto, cabe destacar que dicho problema se ha evaluado como grave en las grandes zonas de cultivo de América del Norte, Europa y Asia oriental, donde se utilizan cantidades comparativamente grandes de fertilizantes nitrogenados.
SIMULACION
Un equipo de investigadores del Karlsruhe Institute of Technology (KIT) han trabajado en la modelación del efecto de una redistribución mundial del uso de fertilizantes nitrogenados. Simularon varias cantidades de fertilizantes en diferentes lugares y calcularon la producción total de maíz, trigo y arroz entre 2015 y 2030 utilizando el modelo biogeoquímico LandscapeDNDC.
Andrew Smerald, investigador del Departamento de Investigación Ambiental Atmosférica del Instituto de Meteorología e Investigación del Clima de KIT (IMK-IFU), Campus Alpine de KIT en Garmisch-Partenkirchen, comentó: “Nuestro trabajo se basó en la cuestión de cómo podemos producir suficientes alimentos sin exceder los límites ambientales”.
El referido especialista del Karlsruhe Institute of Technology explicó también: “Nuestros modelos muestran que el consumo mundial de fertilizantes nitrogenados podría reducirse en un 32 por ciento con una distribución más homogénea. El nivel actual de producción de cereales no se verá afectado. Para ello, habría que redistribuir los fertilizantes nitrogenados desde las zonas de cultivo tradicionales de China, América del Norte y Europa a zonas menos utilizadas, como el África subsahariana”.
Agregó Smerald: “Entonces, el aumento de la producción en estas regiones compensaría la disminución de la producción en otras regiones. Como resultado, el uso de fertilizantes nitrogenados para la producción de trigo y maíz se reduciría en un 45 y un 33 por ciento, respectivamente, sin influir en las cantidades de producción mundial. Además, la lixiviación de nitratos se reduciría en un 71 por ciento para el trigo y un 63 por ciento para el maíz”
“Según nuestro estudio, una distribución más homogénea de fertilizantes nitrogenados en las tierras de cultivo del mundo reduciría nuestra dependencia de los graneros actualmente existentes y disminuiría la contaminación por nitrógeno en el este de Asia y otras regiones fuertemente fertilizadas”, dice Smerald.
Otra ventaja consistiría en que los cultivos podrían cultivarse más cerca del lugar de su consumo. El aumento de las cosechas en África ayudaría al continente a alcanzar la autosuficiencia, según informó el investigador del Departamento de Investigación Ambiental Atmosférica del Instituto de Meteorología e Investigación del Clima de KIT.