Los plásticos son materiales generados a partir de compuestos orgánicos sintéticos o semisintéticos. Pueden adoptar diversas formas sólidas, las que, combinadas con sus relativamente bajos costos de producción, convierten a los plásticos en material muy usados en la vida diaria, con aplicaciones en embalajes, construcción, electrónica, agricultura y varios otros sectores de la vida moderna.
Pero también tienen su lado negativo, pues el uso generalizado de los plásticos se traduce muchas veces en acumulación de basuras plástica molestas para el medio ambiente; Partículas microscópicas de nanoplásticos con potencial para atravesar membranas biológicas. Incluso los plásticos contienen una amplia gama de sustancias químicas, algunas de las cuales tienen efectos tóxicos conocidos.
Todo esto es perjudicial, tanto para el medio ambiente como para la salud humana. Como consecuencia de una gestión inadecuada de los residuos, una parte considerable de los residuos plásticos acaba en el medio ambiente, residuos que pasan por proceso de degradación debido a diversos factores como el calor, la radiación UV, la oxidación atmosférica y diversas fuerzas de tipo mecánico. Este proceso de degradación conduce a la fragmentación de los residuos plásticos en microplásticos e incluso en nanoplásticos.
¿Qué se está haciendo para enfrentar ésta problemática?
GESTION DE CRISIS
Según se informó desde la Unión Europea, durante el siglo pasado, la producción, la demanda y la acumulación de plásticos han crecido exponencialmente, pasando de 1,5 millones de toneladas en 1950 a la asombrosa cifra de 359 millones de toneladas a nivel mundial en 2018.
A pesar de este aumento en la producción y el consumo, la gestión de los residuos plásticos plantea un desafío importante, ya que solo un pequeño porcentaje se recicla de manera efectiva, por lo que la mayoría se desecha como residuo, molestando en el medioambiente.
Cabe destacar que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 2011 declaró al plástico un contaminante global. Los Estados miembros de las Naciones Unidas están negociando actualmente un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para frenar la contaminación plástica.
Y es que la amplia distribución de plásticos y microplásticos en todo el mundo el medio ambiente, junto con su resistencia a los procesos naturales de descomposición, está dañando significativamente el medio ambiente, particularmente la vida marina.
Según informan en la ONU, en los mares a través del mundo hay hasta 51 billones de partículas microplásticas. Igualmente preocupante se evalúa la posibilidad de exposición humana a micro y nanoplásticos. Todavía existen incertidumbres y una falta de datos completos, lo que destaca la necesidad de continuar con la investigación y la acción.
INVESTIGACION
Una red científica con experiencia en química, física, ciencias biológicas y ambientales, ingeniería, reglamentación, economía y derecho, conecta a aproximadamente 450 investigadores en 48 países para comprender los impactos reales de la basura de origen plástico y encontrar soluciones alternativas.
Se trata del plan PRIORITY (Plastics monitoRIning detectiOn RemediaTion recoveryY) Action, con la idea fuerza de trabajar para comprender los impactos reales de la contaminación ambiental por nano plásticos y microplásticos.
“La contaminación plástica es una amenaza global que exige atención inmediata y acción colaborativa -dice Stefania Federici, presidenta de PRIORITY Action, agregando- A través de nuestra red, diversos expertos se dedican a revelar el verdadero impacto de los micro y nanoplásticos en nuestro planeta y nuestra salud”.
“Nos esforzamos por innovar, investigar e implementar estrategias efectivas para combatir este creciente desafío ambiental. Únase a nosotros en nuestra misión de salvaguardar nuestro planeta para las generaciones futuras”, declaró Stefania Federici.
La referida red tiene como objetivo crear una infraestructura sólida para transferencia de tecnologías y la colaboración científica, enfocadas a fomentar nuevas actividades de investigación y ciencia ciudadana. Entre sus participantes se cuentan diversos laboratorios públicos y privados, fabricantes y agencias medioambientales con la participación de expertos industriales.
También ayudará a la Comisión Europea en aspectos críticos de la protección del medio ambiente y los ecosistemas, la seguridad alimentaria y las ciencias de la vida, una problemática que afectará a los países europeos y también a otros, a todo lo largo y ancho de nuestro planeta.