Se trata del proyecto “Consolidación del Sendero Ecológico Humedal Mapocho Urbano de Talagante”, gestionado por la Fundación Frente de Río y el Fondo Común Regenerativo de Fundación Lepe, para revitalizar el ecosistema ribereño, promover la conciencia ambiental y formar líderes locales, a través de la reforestación con especies nativas y actividades comunitarias.
Desde 2018, el lugar específico del proyecto es la ribera del río Mapocho, a su paso por Talagante, en un espacio que antiguamente servía como lugar de recreación para la comunidad, pero que gradualmente con los años se usó para tirar basuras, hasta que surgió la posibilidad de ocuparlo como un modelo de desarrollo sostenible.
“Este proyecto es más que un sendero -explica Ulises Mayol, encargado del proyecto, agregando- Es un espacio donde los vecinos no solo se reconectan con la naturaleza, sino que también se convierten en agentes activos de su cuidado y protección”.
Mediante la reforestación con especies nativas y la limpieza de microbasurales, avanza el proyecto. El objetivo es plantar, como mínimo, 700 nuevos árboles durante éste año, ocupando especies tales como Quillay, Barraco, Tara, Quebracho, Algarrobo y Matico.
Según Ulises Mayol explicó, se utiliza el método de plantación Miyawaki, que permite una reforestación densa y acelerada en áreas pequeñas y se han establecido ya cinco nuevos núcleos de bosque nativo, cubriendo un área de aproximadamente 400 metros cuadrados.
“Al utilizar el método Miyawaki, no sólo aceleramos el crecimiento de los árboles nativos, sino que también aseguramos que estos bosques se desarrollen de manera más resiliente y densa. Este enfoque es clave para crear espacios verdes que beneficien a la biodiversidad local, mejoren la calidad del aire y ofrezcan áreas recreativas para la comunidad. Cada árbol que plantamos es un paso hacia un futuro más sostenible para Talagante y sus alrededores”
Así informó el encargado del proyecto “Consolidación del Sendero Ecológico Humedal Mapocho Urbano de Talagante”. También dijo que hasta la fecha, aproximadamente 300 voluntarios han trabajado en la reforestación, limpieza de microbasurales y desarrollo de rutas ecopedagógicas.
ENTUSIASMO
Incluso 42 nuevos monitores han sido capacitados por la Fundación Frente de Río, con la idea fuerza de dar continuidad al proyecto y aumentar su impacto en el tiempo.
En éste sentido, Josefina González, una de las voluntarias del proyecto, explicó: “He aprendido sobre la organización y reforestación, conocimientos que quiero llevar a nuestra agrupación Cordillera Poniente en Padre Hurtado. Me llena de esperanza ver el entusiasmo de los jóvenes y ver el crecimiento de los árboles”
Ulises Mayol dijo además que la participación de la comunidad transforma a cada habitante en un guardián de su propio territorio. Desde su perspectiva: “Lo que no se conoce, no se cuida, y es por eso que involucrar a los vecinos, a través de actividades educativas y de reconexión con la naturaleza, es clave para garantizar la sostenibilidad de estos espacios”.