A base de aceites vegetales, laurel y vitaminas, el ungüento hidrata en profundidad, fortalece el crecimiento del tejido, mejora la elasticidad y protege del agrietamiento.
Con más de 17 años de experiencia en herraje de caballos, Morgan Dufour, no solo se ha convertido en el “podólogo” de cabecera de los principales haras del país, sino también en el principal proveedor de quienes buscan proteger de mejor manera los cascos de sus equinos. Y es que no abundan en Chile los herradores con una formación profesional de cinco años, especialización en ortopedia y experiencia trabajando con los mejores caballos de Dubai.
Luego de asentarse en nuestro país, donde lleva más de seis años, el francés desarrolló un producto 100% natural que bautizó como “Troya Franco Chilena”. Gracias a un capital semilla de Sercotec y a la asesoría del Centro de Negocios Sercotec Independencia -que opera la Universidad Central- pudo invertir en la maquinaria que le permitió combinar ingredientes como aceite vegetal, extractos de laurel, grasa natural y otros secretos. “Es curativo, ideal para clima seco, evita el agrietamiento y mejora la elasticidad. Este ungüento previene fisuras y favorece el flujo sanguíneo y la flexibilidad del casco, para que los caballos puedan entrenar y competir”, explica Morgan Dufour.
El creador de Troya Franco Chilena descubrió su pasión por estos animales desde muy pequeño. Comenzó a montar a los ocho años y, siendo muy joven, estudió trilla y turismo ecuestre. Luego, ingresó a un centro de formación profesional en Francia, donde se especializó en herraje y, desde entonces, pasa, literalmente, metido en las patas de los caballos.
¿Qué lo motivó a crear este producto para ellos? Los efectos que estaba provocando la sequía en sus cascos, el rendimiento y performance -lo que necesita un caballo en competencia y durante su entrenamiento- y los malos resultados que provocaban los productos químicos. “El casco lo absorbe, en cambio, el químico lo rechaza, obstruyen los poros del tejido córneo, le impiden respirar y encierran las bacterias anaeróbicas en el pie“, comenta Dufour.
Pero su espíritu inquieto no se conformó solo con este desarrollo. Al ver la falta de conocimiento en herraje y la ausencia de una formación técnica y teórica de nivel profesional, decidió fundar la primera Escuela de Herradores de Chile, donde enseña desde cómo forjar una herradura hasta herrar adecuadamente a un caballo. Y es que un mal trabajo puede desencadenar en lesiones en ligamentos y tendones que pueden tardar meses en recuperarse. “Para que puedan entrenar y competir, hay que cuidar e hidratar los cascos y hacer un despalme, idealmente, cada 30 o 45 días”, concluye el creador de Troya Franco Chilena, producto 100% amigable con el medioambiente.