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Expo Chile Agrícola 2023: Cómo Israel Aprovecha la Gestión del Agua

Durante la presentación de Israel, realizada durante la Expo Chile Agrícola 2023 por Matías Schvartz, VP de Desarrollo de Negocios para América Latina de Okiana, en colaboración con la Misión Comercial de Israel en Chile, se exploraron las perspectivas y desafíos de la importancia del manejo hídrico en el aumento de la producción de alimentos para el futuro próximo.

En un mundo marcado por el crecimiento demográfico constante, la amenaza del cambio climático y la escalada de los conflictos geopolíticos, la producción de alimentos se enfrenta a desafíos sin precedentes. Estos desafíos exigen una reevaluación profunda de cómo abordamos la producción y el manejo de los recursos naturales, principalmente el agua.

Durante la presentación de Israel en la Expo Chile Agricola 2023, a cargo de Matías Schvartz, VP de Desarrollo de Negocios para LATAM de Okiana, en colaboración con la Misión Comercial de Israel en Chile, se exploraron las perspectivas y desafíos de la importancia del manejo hídrico en el aumento de la producción y calidad de los alimentos.

El desafío que se nos plantea es ¿cómo podemos aumentar exponencialmente la producción de alimentos para evitar una potencial crisis alimentaria global y posiblemente una guerra por la escasez? Con una población mundial proyectada a alcanzar los 10 mil millones de habitantes para 2050, el crecimiento demográfico exige una producción de alimentos significativamente mayor. Cambios en la dieta, como el incremento del consumo de “más carnes” en países en desarrollo, plantean la necesidad de duplicar la producción agrícola para satisfacer la demanda global. Monocultivos y uso excesivo de fertilizantes agotan la calidad de la tierra disponible para la agricultura, y la crisis hídrica, agravada por el cambio climático, amenaza dramáticamente la seguridad alimentaria debido a la escasez de agua dulce.

Israel, un país que históricamente ha enfrentado problemas de agua, ha transformado esta crisis en una ventaja competitiva. Más del 60% de su territorio es desierto. El Mar de Galilea solía ser su única fuente del recurso. Israel priorizó la educación y la conciencia ciudadana para fomentar el valor del agua. Implementaron soluciones innovadoras como la desalinización y el uso de aguas tratadas para la agricultura e industria. Políticas públicas centralizaron la gestión y distribución del agua como un bien nacional, garantizando el acceso a todos los sectores.

Matías Schvartz presentó a Okiana, una empresa especializada en el tratamiento del agua. Okiana trabaja con aguas residuales, grises, negras, saladas y de pozo, ofreciendo soluciones personalizadas para productores de todos los tamaños. Ejemplos inspiradores incluyen la reducción de electro conductividad para mejorar la producción de uvas y el tratamiento de aguas residuales para utilización agrícola, demostrando que el tratamiento del agua puede generar retornos de inversión positivos y mejorar la calidad y cantidad de los cultivos.

El responsable de Okiana instó a la educación de las generaciones futuras y destacó que la innovación y la adaptación son esenciales para abordar la producción de alimentos en 2050 y la crisis del agua. El desafío de alimentar al mundo es real, y también es una oportunidad para la innovación y la colaboración.

La presentación generó importantes preguntas, preocupaciones, respuestas y esperanza en la audiencia. Los desafíos del manejo hídrico y la producción de alimentos son más que temas clave en Chile, y las soluciones sostenibles son esenciales para enfrentar estos desafíos. El futuro de la producción de alimentos depende en gran medida de la innovación en el tratamiento del agua, lo que puede aumentar la productividad agrícola, reducir costos y cultivar un futuro sostenible. Israel, con su enfoque innovador, es un referente global en la transformación de la escasez en una ventaja competitiva.

Estas soluciones, de la mano con políticas públicas innovadoras, pueden beneficiar a los grandes, medianos y pequeños agricultores; a cooperativas, a la agricultura familiar e indígena, a estudiantes y emprendedores, lo que demuestra que la inversión en innovación en la producción de alimentos y el manejo del agua, es una responsabilidad social colectiva, y que se puede transformar en una ventaja competitiva para Chile.

Por Juan Arellano