En el año 2011 se dio a conocer un documento denominado “Towards a Vision for Agricultural Innovation in Chile in 2030” en el cual se expone como visión propuesta que en el año 2030, Chile es un reconocido productor de calidad de una gama de productos alimenticios y de fibra frescos y procesados. Su imagen internacional está marcada por la diversidad que su geografía le permite producir. El sector agrícola enfatiza la sostenibilidad ambiental y la salubridad, valoradas por los consumidores nacionales e internacionales.
En el referido documento, se agrega que con la aplicación de tecnologías de información y comunicación (TIC), inversiones en tecnología agrícola y la capacitación de su fuerza laboral, Chile ha podido desarrollar cadenas de valor rentables, bien integradas desde la producción hasta los mercados finales, y capaces de remunerar a sus participantes a precios comparables. niveles al resto de la economía chilena.
Pero no hay que olvidar que el Banco Mundial publicó en el 2009 el documento “Chile: Fostering Technology Transfer and Commercialization” , el cual concluye proponiendo siete áreas donde las intervenciones estratégicas y el apoyo parecen ser elementos necesarios
- Mejorar las instituciones, las reglamentaciones y las prácticas para fomentar un sistema de gestión de la propiedad intelectual (PI) más eficiente y dinámico
- Desarrollar alianzas estratégicas entre la comunidad empresarial y los centros de conocimiento para realizar investigación aplicada en áreas económicas clave y mejorar el desempeño de los institutos tecnológicos.
- Acelerar el ritmo de formación de nuevas empresas tecnológicas y los mecanismos de financiación necesarios
- Desarrollar las habilidades y competencias necesarias para apoyar lo anterior;
- Fortalecer las capacidades de extensión tecnológica y estimular su demanda;
- Fomentar la misión de las universidades de contribuir al crecimiento económico;
- Fomentar la cultura innovadora y emprendedora
Con todos esos antecedentes, cabe preguntarse: ¿Qué se ha hecho en forma práctica para demostrar como avanza en Chile el desarrollo en general y las oportunidades de transferencia tecnológicas, en particular?
LUPINO Y GENETICA
En el sur de Chile hay un caso.
El marco del programa anual “Transferencia Tecnológica para el sector Agroalimentario Regional” (BIP 40037689-0), gestionado entre el Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola (CGNA) y el Gobierno Regional de La Araucanía se informó que iniciado está el registro comercial de una nueva variedad de lupino, resistente a la antracnosis.
“En forma inédita, esta nueva genética es resistente a antracnosis, convirtiéndose en la primera en su tipo a nivel global. Para lograr esta característica tan importante para la competitividad y desarrollo sustentable del cultivo, el CGNA ha ejecutado una ciencia de alto impacto en genética, genómica y transcritómica”.
De éste modo fue como Haroldo Salvo-Garrido, director científico del CGNA destacó que la variedad de lupino en referencia posee un potencial de rendimiento de 4t/has. en parcelas semi-comerciales. También tiene un mayor tamaño de semilla y un 62% de proteína en base seca, en grano sin cubierta seminal.
CONTROL
Desde el CGNA se informó además que en 2023 se inició la multiplicación de semilla en 4 has., avance que se debe a la tecnología LED y control automático de invernaderos que posee el CGNA, donde se logran mínimo dos generaciones de incremento de semilla por año.
En opinión del director científico del CGNA: “Este avance es relevante, considerando una serie de desarrollos con alto nivel de adopción por consumidores locales y de otros países, como los aislados proteicos, texturizados, bebidas proteicas, entre otros. De igual forma, esta nueva variedad debiera tener un rol clave en la rotación con cereales y producción más sustentable en la Agricultura”.
Además, en lo relativo a haba, en líneas recombinantes desarrolladas con ciencia CGNA, se ha confirmado a nivel genético, la ausencia de factores genéticos asociados a anti-nutrientes que causan graves problemas de anemia en personas que padecen de favismo. Se estima que la generación de una genética con estas características será un beneficio para la nutrición de las personas, debido a su aporte de proteína, energía y minerales.
Se informó además que, a partir de investigaciones enfocadas en el michay, se identificaron identificaron compuestos orgánicos volátiles con gran capacidad de atracción de insectos polinizadores, lo que vislumbra importantes soluciones en el área de polinización. También se detectaron accesiones de alto nivel productivo de antioxidantes, sin la necesidad de riego y fertilización química.
En cuanto a intensidad tecnológica, sofisticación y valor agregado, se enfatizan en el CGNA Sucedáneo de yogurt proteico 100% vegetal; Granola proteica en base a texturizado de lupino AluProt-CGNA; Sucedáneo de café de avellanas; Oleogeles para producir alimentos reducidos en grasas saturadas; Crema dermatológica a base de aceite ozonizado microencapsulado.
También se trabajó sobre la valorización de cáscaras de ajo negro para desarrollar un ingrediente funcional en polvo.
“Esperamos que esto sea un aporte real para nuestros agricultores regionales después de estos 10 años que se genera, así estamos funcionando en la región”, comentó el gobernador de la Región de la Araucanía, Luciano Rivas.
